viernes, 26 de octubre de 2012

Elles...


Vosaltres, petites, feu somriure. No només a mi: feu somriure tot Sabadell. Les vostres aventures els divendres, els vostres riures Rambla amunt i avall… Una d'elles, que repeteix el nom "Carlos" 44.444 vegades al dia. Una altra que coneix tot el jovent de Catalunya, i part del país veí; i fa amistats a la família Bartra. Una altra que suspira per un noiet canari que té la veu i el somriure d'un àngel. Una última, i no menys important, totalment enamorada d'un sabadellenc, i que li entra de tot quan el veu… Però, sobretot, us uneix l'amistat, la originalitat,  les idees romàntiques que se us acudeixen del no-res… I el voler vèncer la vergonya, trencar la rutina, alegrar-li el dia a algú que ni tan sols coneixeu. Deixar-vos portar, tenir alguna cosa a explicar, alguna cosa que us faci anar-vos-en a dormir orgulloses al final del dia. Si tothom, al món, fés una cosa així, ni que fos un cop a la vida… Faríem el dia a dia molt més entretingut. Tots aniríem pels carrers esperant que algú es fixés en nosaltres. Veiés, en el nostre caminar, en la nostra mirada, en el nostre somriure, on fos… Alguna cosa especial. Especial… Com ho sou vosaltres. No és que valgueu moltíssim: és que no teniu preu. Mai, per res del món, deixeu que ningú us canvii. Que ningú canvii la vostra forma de ser. L'alegria amb què ho feu tot, ho afronteu tot. Gràcies per tots els moments viscuts en els 12 anys juntes, que es diu ràpid, però que és tota la nostra vida… I m'alegro d'haver-la passat al costat vostre. Sé que són moltes les bogeries que us queden per fer. Sé que lluitareu per veure els vostres ídols sempre una vegada més. Sé que sempre podré sentir els vostres riures de fons, com a banda sonora. Espero, al menys, que així sigui. Perquè estic infinitament feliç dels moments que m'uneixen a vosaltres. Gràcies per compartir somriures i mirades amb mi. Sou enormes…
Penso que, ja que avui heu tret més d'un gran somriure amb un text… Bé, penso que les que mereixeu una carta que us digui que grans que sou, sou vosaltres. Gràcies per fer d' aquest un món una mica millor i, d'un divendres qualsevol, un dia  amb un toc de màgia.

domingo, 14 de octubre de 2012

A ti...

A ti, que te has hecho tan importante por mí en tan poco tiempo. Hemos roto los tópicos. Hemos construido una amistad, poco a poco, desde la distancia. Pero, no por ello, menos fuerte ni menos sincera, ni menos importante. Una amistad que me hacía desear llegar a casa, empezar hablando de cualquier cosa, y terminar hablando de otra totalmente diferente, para terminar hablando (para qué negarlo) siempre de lo mismo... Y con una sonrisa tonta ante el ordenador. Nos unió un sentimiento en común. Y, día a día, los atardeceres llenos de risas hasta llorar, y de conversaciones profundas, me llenaban y me dejaban con ganas de más, de continuar al día siguente. Siempre tenemos cualquier cosa que contarnos. Des de cómo ha ido el día, hasta ciertos números, que hemos comido fresas con nata, nuestro futuro verano, canciones que nos hacen soñar, cosas nos pasan por la cabeza y que nadie entiende. De repente, sin darme cuenta, te fui cogiendo más y más cariño. Me encantaría poder verte más veces. Pero, de momento, no cambio para nada estas tardes en que me haces olvidar el día agotador que he pasado, y el nuevo día agotador que se me viene encima. Me animas cuando estoy mal, y me haces irme medio atontada después de una conversación, para terminar riendo sola a media cena y que mis padres me miren francamente mal. Si les contara...


Gracias por hacerme reír estúpidamente, emocionarme, desear vivir aquellas experiencias. Suspirar, pensando que, cualquier día, lo que está escrito, puede hacerse realidad. Ansiar recibir aquel e-mail, abrirlo rápidamente o morir de las ganas de hacerlo pero tener que aguantarme para que la gente no me pregunto que qué hago con cara de boba ante la pantalla del portátil. Convencerme de los sueños se hacen realidad, que no es algo que diga todo el mundo para convencerse de que hay que luchar, no; es real. Que nunca hay que rendirse. Que vale la pena.


Si contáramos los golpes de teclado, los "Jaajjajajaja" infinitos, la de veces que he mirado la pantalla y visto que hemos escrito lo mismo, a la vez, y he estallado en carcajadas... Sumado a las veces que me acuerdo de ti, sea por Los Juegos del Hambre, o por cualquier 15 que se cruza en mi camino, cada vez que escucho "I'll be"... Cualquier cosa de mi alrededor, que me recuerde a ti... De verdad, no terminaría nunca. 


Te recuerdo que tenemos varias cosas pendientes. Entre ellas, un verano de ensueño, grabar un vídeo con risas aseguradas, un mal momento para alguien con quien nos crucemos por la calle, y para el taxista que pase cerca del Camp Nou... Además de un par de asesinatos sin importancia.



En fin, resumidamente, te diría un GRACIAS, junto a un TE QUIERO, SANCHU.

Momentos Inolvidables, vividos y por vivir


Echo de menos estar juntas. Vernos cada 15 días, como mucho. Y contar los días que faltaban para eso. Tardes de risas y olvidarnos de todo. Necesito que vuelvan. Lo necesito. La mejor vía de escape para TODO. Adrenalina por tener cerca a esos jugadores que tanto admiramos. Alegría y agradecimiento infinitos por tener cerca a esas personas a las que, en tan poco tiempo, tanto aprecio les has cogido. Necesito volver a esos momentos. Y si hemos podido con el primer año, a pesar de la distancia, podremos con todos los que vendrán. Sí, sin duda. Porque me doy cuenta día a día de lo mucho que os echo de menos. Y sufro, pensando: ¿Y si ellas no piensan igual? ¿Y si, quizá, no estoy a su altura? Necesito abrazarlas y saber que es real. Pero, parece que todo se interponga en nuestro camino. Necesito verlas. YA. Y no una vez, si no miles de ellas. Estoy harta de que los deberes, los exámenes, los compromisos, la distancia, TODO se interponga entre nosotras. Necesito coger un tren, presentarme en la casa de una de ellas. Abrazarnos, emocionadas. Que se una a mí, y juntas, vayamos a casa de la siguiente. Abrazos, besos, palabras de cariño. Un sincero "Os he echado de menos"... Ojalá pudiera hacerlo. Pero el mundo no le da importancia a estas cosas. El mundo da vueltas y vueltas, sin parar un segundo. El mundo lucha en tu contra, por convencerte de que es más importante estudiar. De que es más importante portarse bien, no escaparse, sino permanecer en casa, leyendo un libro, de forma ausente, sonriendo estúpidamente, y tragándote las lágrimas. De que es mejor no romper la rutina. Nunca romper ninguna norma, ninguna ley. Que no se debe romper nada. Que esto es lo que hay, que no hay posibilidad de ser diferente, ser alguien que lucha por hacer realidad sus deseos. Que los deseos que se te permiten son anhelar un futuro con un trabajo estable, hijos, y alguien a tu lado. Un futuro... Normal. ¿Qué palabra, no? Todo el mundo la usa, y nadie sabe lo que significa.
Pues no. Pues yo quiero romper la rutina. Quiero desear libremente. Y eso voy a hacer:

Deseo tener a mi lado a las personas que tanto quiero. Sé que, de ahora en adelante, muchísimas personas entraran en mi vida y saldrán de ella. Sé que el mundo, de nuevo, me dirá que posiblemente me separe de las que ahora son estas chicas que tanto quiero. Pero, una vez más, quiero contradecirle. Quiero demostrarle que tengo el control sobre mi vida, que no es el destino el que elige por mí, sino solamente yo. Y decido que ellas, las que me han hecho feliz durante tanto tiempo, sigan a mi lado. Si también ellas lo desean, claro está. Quiero verme, por muchos años que pasen, saliendo del trabajo con prisas, para quedar a la puerta del Acceso 3 al Miniestadi, donde empezó todo. Y, con los ojos llenos de lágrimas, irnos a tomar algo al Starbucks donde celebramos un cumpleaños. O a La Maquinista, donde vivimos un día increíble. O al Parc Catalunya, o a la playa de Premià... Donde sea. Da igual el lugar, da igual la hora, da igual todo, mientras sea con ellas. Hablar sobre qué ha sido de nuestras vidas. Si habéis seguido grabando vuestras "Covers". Si estás trabajando en Barça TV. Si has encontrado al rubio de ojos azules al que todo le haga reírse, como a ti. Si te has casado ya con un hombre con muucho pelo, porque aunque lo niegues, ésos son los que te van a ti, y habéis viajado juntos a Irlanda. Y, cuando hayáis terminado de contármelo, os contaré qué es de mí. Pues que acabo de cumplir mi deseo. Y nos abrazaremos, recordando cada instante pasado, y por mucho que pase el tiempo, siempre tendremos algo pendiente a hacer. Siempre encontraremos un día para vernos y hablar, soltando más de una lagrimilla, y riendo hasta que nos duela el estómago, a pesar que la gente de nuestro alrededor crea que, lo que en realidad nos pasa, en que hemos bebido de más. Pero los que deberían entristecerse entonces son ellos. Por no tener a unas personas tan fantásticas a su lado. Arrepentirse por no haber luchado por lo que aprecias y no quieres perder para nada.

Voy a luchar para hacerlo realidad. Voy a hacerlo, cueste lo que cueste. Perquè, simplement...
Us estimo. Us estimo moltíssim. Mai ho dubteu. I ni la distància, ni res, ni ningú podrà fer que això canvii...

Mi Mundo



A veces, parece que no esté donde tengo que estar. Me quedo mirando un punto fijo. Y parece que, simplemente, tenga sueño, o esté aburrida. Pero no. Nada de eso; al contrario.
Cuando me pasa eso, es porque he visto algo, he recordado algo... Que me lleva a MI mundo. Un lugar al que sólo yo puedo entrar. Algunas veces es consciente, y otras muchas, inconscientemente. Es mi vía de escape cuando no puedo más con el estrés, o cuando estoy harta de la rutina, enfadada, o triste, o simplemente no puedo dejar de pensar en algo que me preocupa. Y necesito mis segundos de paz. Necesito segundos en que todo va bien. En que cierro los ojos y estoy en una fiesta con mis amigas. En que me enamoro de alguien imperfecto, pero que me ama con locura. En que estoy visitando Nueva York entre risas con la persona a la que más quiero en el mundo. Sueño con un "te quiero" de unos labios que me hagan soñar; con el abrazo más sincero que he recibido jamás. Sueño con una tarde lluviosa de caricias en un sofá, sueño con veranos eternos y Navidades románticas. Con que me hacen el mejor regalo del mundo. Con que me dedico a lo que más me gusta. Con que vivo en un mundo sin complejos y sin problemas. Un mundo donde un beso se valora más que un trozo de papel que resulta tener el valor de 20 euros. Donde la calle está llena de gente que canta, o que luce carteles de "Abrazos Gratis", o que te regala flores y una palabra cariñosa, o simplemente, donde gente que no conoces de nada te obsequia con una sonrisa cómplice. Donde no te repasan de arriba abajo y critican cómo vistes; sino te desean los "Buenos días". Donde la gente confía. Donde los que quieres no te fallan nunca. Donde eres inmortal…