jueves, 27 de diciembre de 2012

Todo es efímero...

Podemos encontrar la felicidad en un instante. En la rutina, en el día a día, en un momento que tantas veces habíamos soñado. Un momento perfecto; el momento en que te olvidas de todo y sueltas una carcajada junto a alguien que amas... Y entonces, mientras ambos estáis riendo, te paras un segundo a pensar. Y sabes que, de este momento, no cambiarías absolutamente nada.

Pero, aún así, la felicidad nunca es completa. Siempre hay una idea que permanece ahí, recordándote que ningún momento es perfecto del todo. Y precisamente de eso se trata, ¿no? Entonces, siempre buscas acabar de perfeccionarlo. Si no existieran los problemas, no existiría la felicidad; al igual que si no existiera la oscuridad, tampoco podría existir la luz. Sin el frío, no hay calor. Sin lágrimas, no hay carcajadas sinceras. Si pudiéramos cumplirlo todo con solo desearlo, siempre querríamos más. Y no sería tan emocionante. Nunca, NUNCA, lo que queremos viene fácilmente. Nada es gratuito, -ni tan solo los muñecos de plástico que vienen con los cereales Chocapic- pero este hecho lo hace todo más apetecible. Imagina que pudieses ver a tu cantante favorito en persona siempre que pudieras. Cada día, escuchar su música todos los días de tu vida, cantada por él en directo, ante ti. Llegaría un día en que lo pondrías de patitas en la calle... Como más difícil, más lo deseamos, eso está claro. Pero también es al revés: como más fácil, más lo damos por hecho, y menos lo disfrutamos.

Y hay algo más. The Climb- Miley Cyrus. Con eso, lo digo todo. Es el camino, es la subida, es la escalada, es el superar obstáculos. Si vamos a llegar a alguna parte o no; eso, ya lo veremos. Pero, entretanto, disfrutemos de las vistas.